Hace poco menos de dos meses, Amanda Anisimova acariciaba un sueño enorme: ser campeona de Wimbledon. Esa ilusión quedó hecha trizas en apenas 57 minutos, el tiempo que tardó la polaca Iga Swiatek en endosarle la derrota más dura de su carrera en el duelo decisivo en el All England, un contundente 6-0 y 6-0 ante los ojos de todo el mundo. La estadounidense, en la ceremonia de premiación contuvo el llanto, elogió a su oponente, le agradeció al público —también se disculpó— y se derrumbó al hablar de Olga, su madre, quien la había cuidado y apoyado tras la repentina muerte de su padre en 2019 y durante un descanso de ocho meses del tenis. “Sé que no he tenido suficiente hoy, pero seguiré esforzándome”, dijo entonces, con la bandeja de finalista en sus manos, mientras enjugaba las lágrimas.
Este miércoles, Anisimova, 9ª del ranking. volvió a tener del otro lado de la red a Swiatek (2ª). Con otras condiciones, eso sí: sobre cemento, en el inmenso Arthur Ashe, y en un cruce por los cuartos de final del US Open, en el que es una de las esperanzas locales. Arropada por el público, la estadounidense se impuso por 6-4 y 6-3, y por primera vez está entre las cuatro mejores del Abierto de los Estados Unidos. Buscará el pase a la final contra la japonesa Naomi Osaka (24ª), dos veces campeona en el cemento de Nueva York, que en la sesión nocturna derrotó a la checa Karolina Muchova (13ª) por 6-4 y 7-6 (7-3).
Anisimova, de 24 años y nacida en Freehold, New Jersey, ocupa hace rato un lugar entre las más destacadas del circuito femenino. Es la primera jugadora de Estados Unidos en alcanzar las semifinales en las tres superficies de los Grand Slams (Roland Garros 2019 y Wimbledon 2025) desde Serena Williams, en 2002. No tenía grandes antecedentes en Flushing Meadows, con varias primeras rondas y apenas una tercera rueda en el US Open de la pandemia, en 2020. Pero todo cambió este año: ganó cuatro de sus cinco partidos en sets corridos, y sólo cedió un parcial ante la rumana Jaqueline Cristian.
Radicada en Miami desde los 3 años, Anisimova comenzó a jugar al tenis después de ver los entrenamientos de su hermana mayor, María. Como juvenil, llegó a ser la número 2 del mundo, y en la etapa junior conquistó el US Open en 2017, cuando tenía 16 años, al derrotar a Coco Gauff en la final; con 15 años, fue finalista del abierto francés, y con apenas 17 ya estaba dentro del Top 100. Sin embargo, en abril de 2023, después del torneo de Madrid, por un tema de salud mental, decidió hacer un alto en su carrera y dejó de jugar durante ocho meses. Regresó a la acción en 2024. En su carrera cuenta con tres títulos: Bogotá 2019, Melbourne 2022 y Doha 2025.
En el primer choque ante Swiatek desde aquella paliza en el All England, Anisimova contó esta vez con el fervor del público norteamericano. Después de un intercambio de quiebres en el comienzo del partido, la paridad se mantuvo hasta el 5-4; Amanda consiguió mantener su servicio en el noveno game, y en el siguiente, presionó sobre el saque de la polaca, que falló una derecha y le dio a la nacida en New Jersey el primer parcial.
Swiatek pareció recuperarse, con un break temprano para ponerse 2-0, pero Anisimova ganó tres juegos seguidos; una doble falta de la polaca le dio el quiebre decisivo para adelantarse 5-3 y luego cerrar con su servicio. Hubo un guiño de la fortuna en el tercer match-point: con algo de nervios, jugó un segundo servicio, y tras la devolución de Swiatek, tiró un drive que dio en la red y la pelota cayó del otro lado, antes de que su rival pudiera alcanzarla. La norteamericana terminó el cotejo con 23 tiros ganadores contra 13 de su rival y tomó 4 de las 9 chances de quiebre que generó. Fue apenas la segunda victoria de Anisimova sobre una de las mejores del mundo, luego de sorprender en Wimbledon a Aryna Sabalenka.
“Jugar aquí es tan especial e increíble”, expresó Anisimova en la breve entrevista en la cancha, ante los 23.000 seguidores que la alentaron en la cancha de tenis más grande del mundo. “Volver de Wimbledon de esta manera es realmente especial. Siento que trabajé muy duro para poder darle la vuelta a eso. Hoy creo que demostré que puedo hacerlo”, amplió.
Swiatek llegaba en gran forma para pelear por su segunda corona del US Open tras conquistar en agosto el WTA 1000 de Cincinnati. Pero este miércoles se vio sobrepasada por el tenis potente de Anisimova, que absorbió sin problemas el break que sufrió en el primer game del partido y también en el arranque del segundo set. Este jueves, en la sesión nocturna, irá en busca de su segunda final de Grand Slam. La otra semifinal la disputarán la bielorrusa Aryna Sabalenka (1ª), defensora del título, y la estadounidense Jessica Pegula (4ª).
Sinner y Auger-Aliassime, en semifinales
El duelo de italianos en los cuartos de final del US Open quedó en manos del número 1 del mundo. No hubo sorpresa y Jannik Sinner, el defensor del título, le ganó con holgura a su compatriota Lorenzo Musetti (10°) por 6-1, 6-4 y 6-2 en dos horas exactas de juego. Otro partido sin problemas para el nacido en San Cándido, que apenas cedió un set -ante Denis Shapovalov- en los cinco encuentros que lleva disputados en la Gran Manzana.
El viernes, Sinner buscará el pase a la final contra el canadiense Felix Auger-Aliassime, 27° del mundo, que levantó un set en contra y más temprano venció al australiano Alex De Miñaur (9°) para avanzar por segunda vez que a las semifinales de un Grand Slam y en este mismo escenario (antes, en 2021). Auger-Aliassime se impuso luego de cuatro horas de pelea por 4-6, 7-6 (9-7), 7-5 y 7-6 (7-4) a De Miñaur, que encontró una barrera infranqueable en los cuartos de final de un Grand Slam: perdió las seis veces que llegó a la ronda de los 8 mejores.
El miércoles tuvo un inicio de partido favorable para terminar con esa maldición; estuvo un set y un quiebre arriba, pero permitió la recuperación del canadiense, que empezó a darle vuelta el partido al ganar el segundo parcial en el tie-break. Impulsado por su demoledor servicio, Auger-Aliassime totalizó 22 aces por apenas 8 del australiano. Reconocido como una gran promesa de la raqueta en los inicios de su carrera, el canadiense recuperó inesperadamente la confianza en su juego en Nueva York, donde eliminó al alemán Alexander Zverev, tercer favorito, y al ruso Andrey Rublev (15°). En 2022 escaló hasta la sexta plaza del ranking mundial, antes de que una serie de problemas físicos y anímicos estancaran su progreso. “Fueron un par de años difíciles, pero ahora se siente aún mejor estar en las semifinales”, recordó.