Con el final del invierno boreal y el aumento de temperaturas en Estados Unidos, la temporada de caimanes llegó a Florida. En este contexto, los expertos en vida silvestre recuerdan a los residentes cómo actuar en caso de encontrarse con estos reptiles, para evitar ataques que pongan en riesgo la vida.
El caimán ya inició su cortejo de cara a la temporada de apareamiento, que empezará entre mayo y junio en Florida. De acuerdo a la Comisión de Conservación de Pesca y Fauna Silvestre (FWC), a medida que el clima se vuelve más cálido en el Estado Soleado, los caimanes comienzan a estar más activos y visibles.
En ese sentido, es posible encontrarlos en pantanos, ciénagas, ríos y lagos de los 67 condados de Florida, dado que esos espacios brindan alimento y refugio adecuados. De acuerdo a la FWC, el estado cuenta con una población de caimanes sana y estable, estimada en 1,3 millones de ejemplares.
Tras aparearse, las hembras hacen un montículo de tierra, vegetación o escombros para construir su nido. Entre finales de junio y principio de julio, ponen entre 32 y 46 huevos. Tras aproximadamente dos meses, entre finales de agosto y principios de septiembre, nacen las crías.
Aunque las lesiones graves causadas por los caimanes son poco frecuentes en el Estado del Sol, las autoridades aconsejan una serie de medidas para reducir el riesgo de un accidente:
Cuáles son las diferencias entre caimanes y cocodrilos
Aunque caimanes y cocodrilos pueden parecer similares a primera vista, hay diferencias importantes entre ellos, como por ejemplo en cuanto a su hábitat y comportamiento. Los primeros se encuentran principalmente en cuerpos de agua dulce, como lagos y ríos, mientras que los segundos habitan en el sur de Florida y prefieren las áreas de agua salada, como estanques, ensenadas y manglares.
En los últimos años, algunos cocodrilos fueron avistados en áreas de agua dulce porque comenzaron a expandir su territorio hacia el norte, debido a la recuperación de su población, que aumentó de menos de 300 individuos en 1975 a más de 2000 adultos en la actualidad.
Los cocodrilos tienden a ser animales tímidos y reclusos, por lo que es menos habitual que se acerquen a los humanos. Sin embargo, ambos tipos de reptiles comparten ciertos comportamientos, como regular su temperatura corporal ante el sol y buscar alimento en función de la disponibilidad y cercanía de presas.