El escándalo del senador entrerriano Edgardo Kueider ha desatado una tormenta política. Detenido en Paraguay con dinero no declarado, su caso expuso el trasfondo corrupto de la política argentina, especialmente en torno a la aprobación de la polémica Ley Bases. La reciente expulsión de Kueider del Senado, bajo la dirección de la vicepresidenta Victoria Villarroel, ha confirmado las sospechas de coimas vinculadas a la aprobación de esta ley, generando un debate feroz sobre su legitimidad y la necesidad de declararla nula.
A esta situación se suma el anuncio del envío de un proyecto de ley para reformar el derecho al aborto, en un intento del gobierno de Javier Milei por redirigir la atención pública. El escándalo lo desató el presidente de la Cámara de Diputados que en entrevista con el periodista Alejandro Fantino adelantó que el gobierno va a intentar derogar la ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) el año próximo.
Aunque reconoció que al gobierno no le dan los números, por lo que necesitaría de sus aliados o la llamada “oposición amigable”… Sería mejor que el sobrino del ex presidente Menem no aclare que oscure. Hoy es leído como los radicales, macristas y peronistas con peluca que negociaron cargos, negocios con los gobernadores y coimas. Corrupción lisa y llana como ya habían denunciado oportunamente los diputados del Frente de Izquierda ante la votación de la Ley Bases, inclusive https://www.laizquierdadiario.com/Corrupcion-en-el-Senado-Ley-Banelco-y-Ley-de-Bases»>sobre la del mismo Kueider .
Estas declaraciones sobre la intención de anular o restringir la ley IVE por parte del funcionario del gobierno de Milei ha sido recibido con un fuerte y extendido repudio por parte de referentes del movimiento de mujeres, referentes del arte y la cultura, como así también referentes de la izquierda. Referentes del masivo movimiento de mujeres de nuestro país como Claudia Piñeira denunciaron cualquier intento exigiendo que el gobierno se ocupe de la “pobreza, el hambre, los jubilados, el desempleo, etc etc etc”.
En el mismo sentido, Myriam Bregman y Andrea D’Atri señalaron que el derecho al aborto es un logro de la movilización popular sobre el que no hay marcha atrás. Cualquier intento de avanzar sobre los derechos de las mujeres nos encontrará en la calle.
Las referentes del PTS-FITU también denunciaron la maniobra evidente de lanzar el anuncio ahora, cuando el “escándalo Kueider” es una estocada al gobierno que lo dejó con una fractura expuesta donde la “anti política” tiene nombre de valija de 200.000 dólares y en la lucha “contra la casta” le quita a los jubilados los remedios… Ahora, largan esta provocación anunciando la intención de una medida restrictiva de los derechos de las mujeres, a sabiendas que va a generar revuelo.
Ambas cuestiones muestran un patrón de ajustes que afecta a los sectores más vulnerables mientras el gobierno muestra su propia crisis interna en el propio ejecutivo. Milei creyó que podía festejar y le estalló el escándalo de Kueider.
El viernes 20 es una oportunidad para unificar la resistencia
Se cumplen 23 años de las jornadas de 2001 y un año de gobierno de Milei. Es una oportunidad para salir masivamente a las calles. Los que estemos por aumento de salarios, planes y jubilaciones, por el derecho a la protesta, por la universidad y la salud públicas. Desde la izquierda convocamos también a quienes estén a favor de un plan de lucha hasta derrotar a Milei y los grandes empresarios, y voltear la corrupta Ley Bases.
El movimiento de jubilades, estudiantes, las organizaciones sociales y las mujeres de la marea verde, de derechos humanos, asambleas populares y la izquierda vamos a las plazas de todo el país.
Sigamos la resistencia.
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