Un maquinista realizaba movimientos de suelo en un loteo cuando detectó restos óseos humanos en un médano de Playas Doradas, un balneario del municipio de Sierra Grande. Estiman que tienen 2.000 años de antigüedad.
«Fue un hallazgo fortuito. El hombre estaba moviendo suelo para nivelarlo y de repente, sacó restos óseos presuntamente humanos. Dio aviso de inmediato a la policía», explicó Mariano Zacharonok, subsecretario de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura de Río Negro.
En esos casos, recalcó, la policía aplica el protocolo de hallazgo fortuito. En primer lugar, se procede a precintar el sector y se da intervención a la fiscalía de turno que evalúa la zona y se determina si los restos óseos poseen más de 100 años. Si se comprueba que son restos recientes, entonces interviene Criminalística.
«En este caso, se comprobó que eran restos arqueológicos, por eso se dio aviso a la autoridad aplicación que es la Subsecretaría de Patrimonio Cultural que acudió al lugar. También convocamos a Julio Martínez, del Codeci, y al lonko de la comunidad Kintun Folil, por respeto ancestral, para consultarles qué querían hacer ya que se infiere que esos restos son de comunidades originarias«, señaló Zacharonok.
Cuando las autoridades del Codeci y de la comunidad avalaron el rescate de las piezas, se convocó a una bioarqueóloga. «Nos llamó la atención que uno de los cuerpos estaba prácticamente completo. Ahora se trabaja en un peritaje pormenorizado. Basicamente, se levanta todo el material enterrado y superficial. Se lo resguarda, embolsa, clasifica y se cataloga para mandar a investigar», especificó y aclaró que las investigaciones demoran entre seis meses a un año.
Los restos fueron enviados a General Roca donde serán entregados a los bioarqueólogos (estudian la diversidad en poblaciones humanas del pasado por medio del análisis de los restos óseos provenientes de sitios arqueológicos) que podrán determinar cómo vivían, qué comían y cuáles eran los rituales de entierro.
«En el hallazgo de Playas Doradas, los cráneos rescatados tenían todas las piezas dentarias lo que permite inferir es que son adultos mayores. Lo más interesante es el estado de conservación de la totalidad de los huesos que, muchas veces, se va perdiendo por la erosión misma del terreno», precisó.
Zacharonok puso como ejemplo los restos óseos que se encontraron en Las Grutas en marzo del año pasado. Un grupo de genetistas determinó un rango genérico de 2.000 a 6.000 años de antigüedad y los restos serán devueltos a la comunidad Traun Kutral este miércoles.
«Se encontaron 12 muestras, se analizaron y los investigadores devolvieron las piezas a Patrimonio del estado para restituirlas, a su vez, a la comunidad de Las Grutas que los enterrará en su santuario«, señaló.
Ante el hallazgo fortuito de estas piezas arqueológicas, el protocolo que se puso en marcha en 2022 establece que se debe consultar la opinión del Codeci y de las comunidades para que definan si avalan un rescate o deciden que permanezcan enterradas. «Vamos a reveer el protocolo para que las comunidades originarias tengan un rol más activo. En Villa Llanquín se aplicó por primera vez al encontrar unos restos mientras se hacía un corral para animales. La comunidad decidió que los restos siguieran descansando a donde estaban. De modo que se procedió a taparlos y el dueño del lugar hizo el corral en otro lugar», contó.