Un niño de apenas dos años perdió la vida luego de ahogarse al consumir una golosina en Santiago del Estero. Pese a los intensos intentos del personal médico por salvarlo, no pudieron revertir el cuadro crítico.
El dramático hecho ocurrió el miércoles al mediodía, cuando el chiquito estaba comiendo unas galletitas que contenían en su interior pequeños huevitos de colores. En un descuido, uno de ellos le obstruyó las vías respiratorias, generándole un cuadro de asfixia que lo dejó inconsciente.
La familia, al notar la gravedad de la situación, lo trasladó de urgencia al Centro Provincial de Salud Infantil (CePSI), donde fue atendido de inmediato. Allí, los médicos lograron reanimarlo y estabilizarlo, aunque su estado seguía siendo muy comprometido. El menor fue internado en terapia intensiva con pronóstico reservado. A pesar de los esfuerzos realizados por los profesionales, el chiquito sufrió una muerte cerebral irreversible y, más tarde, un paro cardiorrespiratorio que terminó con su vida en la tarde del martes.
El dolor y la conmoción invadieron a toda la comunidad tras conocerse la noticia. Vecinos, allegados y conocidos de la familia se mostraron consternados por la tragedia. Desde el entorno del CePSI, remarcaron la importancia de extremar los cuidados al momento de ofrecer determinados alimentos a niños pequeños, especialmente aquellos que por su tamaño o textura pueden representar un riesgo de asfixia. “Muchos productos que parecen inofensivos pueden terminar siendo muy peligrosos si no se los supervisa adecuadamente”, advirtieron desde el área de pediatría del hospital.
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