Los bancos tuvieron ganancias sobresalientes en 2023 por la política de Massa

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Apoyados sobre las ganancias obtenidas por los bonos en pesos indexados comprados a la administración de Alberto Fernández durante 2023, los bancos locales obtuvieron el año pasado sus mejores resultados desde que debieron ajustar sus balances por inflación (en 2020) o incluso desde 2010, según cómo se midan, pese al desplome del 23,7% en términos reales que registró en ese período el crédito en pesos al sector privado.

Según el Informe sobre Bancos elaborado por el Banco Central (BCRA), el año pasado lo cerraron con resultados totales integrales “en moneda homogénea equivalente a 5,4% del activo (ROA) y 27,6% del patrimonio neto (ROE)” gracias, básicamente a “una muy fuerte suba en los márgenes financieros”, observó el economista Hernán Del Villar, director de la consultora Alpha, tras conocerse el dato oficial.

“En ambos casos, son valores máximos desde que los balances se debieron ajustar por inflación en 2020″, coincidió incluso en hacer notar con el propio BCRA que -más aséptico- señaló a estos niveles de rentabilidad como “superiores a los registrados en los tres años precedentes”.

Para los analistas de EconViews, estos márgenes obtenidos son incluso los mayores desde 2010, es decir, en 13 años. “Lo pudimos estimar tras establecer un parámetro para poder hacer comparables los resultados monetarios previos al ajuste por inflación con los posteriores”, explicó al respecto el economista Alejandro Giacoia, de esa consultora.

Los retornos obtenidos, que crecieron 128% en el año, se basaron en las inversiones que hicieron en las Letras de Liquidez (Leliqs) que el BCRA emitía a dos manos para tratar de retirar del mercado parte del exceso de pesos emitidos.

Pero -mucho más- en las rentas obtenidas por las sostenidas compras de bonos de la deuda pública que realizaron durante la gestión del exministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, dado que casi todos ellos fueron emitidos con capital ajustable por inflación o la variación que registre el tipo de cambio oficial (o cualquiera de ambas que resulte más rentable, en el caso de los bonos Duales), apuesta que se sabía podía serles muy favorable dada la crisis de reservas y el nivel de atraso cambiario en que se había vuelto a recaer.

En este sentido, los ayudó aún más la inevitable devaluación del 21% del peso producida tras las PASO (en agosto) y la del 54% decidida tras el cambio de Gobierno al resultar -incluso- mayor a la que el propio mercado esperaba, dispuesta para partir con un colchón de competitividad y acelerar el ingreso de dólares comerciales en vista de la situación extrema del BCRA, según explicaron las propias autoridades.

Del Villar describe que “la fuerte suba del margen financiero fue el factor responsable de las mayores ganancias y en un marco donde los márgenes entre tasas activas y pasivas están regulados las diferencias se hicieron en la colocación de activos con ajuste (CER/Dlink) que marcaron fuertes diferencias en determinados momentos en relación con el costo del fondeo a tasa fija y a la vista”, antes de recordar que dichos márgenes “siempre suben en épocas de aceleración inflacionaria”.

“Con el salto de ese reglón, que se aceleró en el último trimestre, cuando el ROA alcanzó el12,6% y el ROE fue del 56%, pudieron absorber las mayores cargas impositivas, el incremento de los gastos operativos y la baja en los ingresos por comisiones. Los gastos de administración, por ejemplo, aumentaron 10% en términos del activo total”, detalló.

Ante la consulta de LA NACION, en los bancos se rinden ante la contundencia de las cifras, pero recuerdan que su negocio “nunca había estado tan regulado” y que los años anteriores habían sido como mínimo “muy mediocres, bien medidos”.

“Además, te diría que el primero que tomó nota de este dato fueron las actuales autoridades al definir su plan inicial: está a la vista que somos parte de la gran licuadora”, comentó con picardía un alto ejecutivo de una entidad privada líder.

“Creo que mirar el año pasado llama a error. Hoy, con la tasa de nuestros pasivos [8,33% mensual] ahora por debajo de la tasa regulada [9,04% mensual] que le tenemos que reconocer al depositante y bonos del Tesoro que, aunque tienen ajuste CER, se colocan a tasas fuertemente negativas que incluso marcaron un récord al superar el 80% ayer, somos parte del ajuste general. Como se dijo desde las respectivas cámaras del sector, lo entendemos como parte de un tránsito hacia una normalización de la economía, pero eso no quiere decir que no nos pega” comentó otro banquero.

Desde Alpha coinciden en señalar que este año no sólo será “un año de transición para la economía en general” sino que mucho más para “el sistema financiero en particular”. “De él debiera surgir nuevo régimen monetario, que veremos cuál será”, sostienen.

La hoja de ruta parece marcar “licuación de activos y pasivos en el primer semestre” y migración de la liquidez desde el BCRA al Tesoro, que dejará a los bancos igual de expuestos al sector público, pero más al Gobierno que a su regulador y en un nivel muy elevado. En adelante, debiera resurgir la necesidad de que busquen negocios mediante una mayor colocación de crédito al sector privado” señalan, un empuje que la economía necesitaría para recuperarse.

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