El gobierno de Javier Milei consiguió aprobar el DNU que lo autoriza a firmar el nuevo acuerdo con el FMI en la Cámara de Diputados, con una ayuda clave de opositores dialoguistas y gobernadores que le permitieron blindar su decreto con un trámite parlamentario exprés aunque con la mayoría justa, en medio de insultos y fuertes críticas del kirchnerismo y la izquierda y de un clima de tensión en la calle.
La Cámara de Diputados aprobó el DNU con 129 votos a favor, 108 en contra y 6 abstenciones. Para llegar a ese número, el mínimo para la mayoría, La Libertad Avanza contó con el apoyo del PRO, la UCR, el MID, buena parte de Encuentro Federal y bancadas provinciales. El tema dividió a todos los bloques, salvo a Unión por la Patria y el Frente de Izquierda que votaron unánimemente en contra.
Acuerdo con el FMI: cómo logró Javier Milei la aprobación del DNU
Dado que un DNU solo cae si es rechazado por ambas Cámaras del Congreso, la aprobación de solo una lo deja en plena vigencia. Con esa regla en la mira, el gobierno de Milei apuntó a dejar blindado rápidamente el acuerdo que está negociando con el Fondo Monetario Internacional, por lo que aceleró la firma del dictamen favorable para el DNU en la Comisión Bicameral el martes por la noche y lo llevó al recinto 12 horas después.
Con esa misma premura, en la reunión de Labor Parlamentaria previa a la sesión el oficialismo y los demás bloques, con excepción del kirchnerismo, acordaron que el debate fuera rápido para votar alrededor de las 16:00.
La decisión tuvo un doble objetivo: dejar lugar a que la oposición presente más tarde los dictámenes para los proyectos que impulsan la investigación del caso $LIBRA y que la sesión no se cruzara con la protesta de jubilados y agrupaciones políticas que una vez más copó la zona de Congreso, ante un impresionante operativo de seguridad.
Tanto los diputados de Encuentro Federal, como los de la Coalición Cívica y la UCR se encargaron de remarcar que apoyaron el acuerdo con el FMI pese a que no comparten que Milei lo haga por DNU, por la sola razón de que «hay un problema de falta de dólares» que pone en riesgo el plan de estabilidad.
No obstante, no dejaron de exigirle al Gobierno «responsabilidad» y apego a «las instituciones», dado que la Ley 27.612 de Sostenibilidad de la Deuda pública obliga a que todo nuevo programa de crédito o financiamiento con el Fondo debe ser aprobado por ley del Congreso.
¿Quiénes ayudaron al Gobierno a blindar el acuerdo con el FMI en Diputados?
El plan para hacer una sesión exprés calentó el debate desde el inicio por los insultos y desafíos del kirchnerismo al presidente de la Cámara, Martín Menem. «¿Quién te creés que sos?», le lanzó Germán Martínez, jefe de Unión por la Patria, al inicio de la sesión. «A mí no me pelotudees», le dijo poco después Cecilia Moreau.
A Menem y al bloque oficialista le echaron en cara el enfrentamiento casi a las trompadas entre Oscar Zago y Lisandro Almirón, ambos oficialistas, en la sesión de la semana pasada que el riojano levantó abruptamente, y la represión de la protesta de jubilados, mientras el Frente de Izquierda denunció una «militarización» afuera del Congreso e intentó, sin éxito, un cuarto intermedio.
Sin embargo, el hecho de haber mantenido la sesión en curso a pesar del clima extremadamente tenso que se vivió en le recinto, e incluso de los exabruptos de la propia bancada oficialista, -como el cruce de Almirón a los gritos con la bancada kirchnerista- fue la primera muestra de que el Gobierno tenía garantizado el acuerdo con los otros bloques para aprobar el DNU.
Además de los 39 votos propios y los 37 del PRO -los dos sectores que pidieron la sesión- el oficialismo contó con el respaldo de casi toda la UCR (más allá de alguna ausencia entre sus 20 diputados), 6 de los 15 que integran Encuentro Federal (entre ellos Miguel Pichetto), 3 del MID y otros 3 de Independencia, alineados con el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
Otro respaldo clave que recibió el Gobierno es el de los 6 diputados de la Coalición Cívica, cuya líder, Elisa Carrió, adelantó que si bien no le gusta el programa económico de Milei ni la vía del DNU, su espacio apoya el acuerdo con el FMI porque el Banco Central necesita «dinero fresco» y, de no aprobarse, «las consecuencias serían nefastas para toda la nación». Juan Manuel López, el jefe de la bancada, reiteró este argumento.
A ellos se sumaron los 8 de Innovación Federal (otra bancada que responde a gobernadores como el rionegrino Alberto Weretilneck y el salteño Gustavo Sáez) y otros bloques provinciales como Creo y Movimiento Popular Neuquino.
La división de Democracia para Siempre (donde 7 de los 12 votaron en contra) y Encuentro Federal, más las 13 ausencias que hubo (entre ellas la de Ricardo López Murphy, aliado del Gobierno) explican la mayoría justa con la que el Gobierno se llevó el triunfo que buscaba. En las horas previas, se estimaba que tendrían bastante más de 130 votos.
Insultos, gritos y tensión en el debate de Diputados
El debate arrancó igualmente muy caldeado por el acuerdo para que la sesión sea lo más breve posible. «Estamos en contra de este intento de achicar el debate», expresó Martínez, quien ante un pedido de Menem para que finalizara su discurso, le lanzó: «¿Pero qué tiempo? Quedate a laburar vos también. ¿Quién te creés que sos?». Fue el primero de varios exabruptos.
El presidente de la Cámara baja tuvo que poner a votación una moción de Nicolás del Caño (Frente de Izquierda) para hacer un cuarto intermedio hasta que se retiraran las fuerzas de seguridad de los alrededores del Congreso, para tratar de calmar los ánimos. Sin embargo, tras perder esa votación, la oposición continuó con gritos y sobre todo chicanas al oficialismo por la bochornosa pelea de la semana pasada.
«Venís de hacer un papelón», le gritó Cecilia Moreau (Unión por la Patria) a Menem en referencia a aquella sesión, mientras el riojano le pedía que midiera el tiempo de su alocución. «A mí no me pelotudees», le soltó la diputada bonaerense. En el mismo tono le respondió en otra ocasión su compañera de bloque Vanesa Siley: «No me jodas».
Pero el momento más tenso se dio cuando Almirón, que debía ser el miembro informante del oficialismo sobre el DNU, se trenzó en una discusión a los gritos con Unión por la Patria mientras le reclamaban socarronamente que le pidiera disculpas a Zago por la agarrada que tuvieron en la sesión pasada.
«El acuerdo es para sanear el Banco Central, cosa que ustedes no hicieron (…) Ustedes también fueron al Fondo, pero para gastar plata, para empobrecer a los argentinos», expresó el libertario correntino mientras perdía la compostura ante los gritos del kirchnerismo a tal punto que Menem tuvo que llamarlo al orden varias veces y recordarle: «Diputado, le estoy hablando, ¡soy de su mismo bloque!».
Para cortar la situación, el propio Menem le pidió que se disculpara públicamente con Zago por la pelea de la semana pasada, a lo que Almirón accedió, todavía exaltado. «Zago, perdón y perdón a todos ustedes (…) ¿Querés que te dé un pico también?», sorprendió el correntino.
Menem, en el blanco: la interna libertaria que se coló en el debate
La situación fue tan tensa que incluso Marcela Pagano, de La Libertad Avanza, le saltó al cuello a Menem en pleno debate por un audio que circuló entre los diputados durante la sesión, en el que el riojano se refiere a ella y a la Comisión de Juicio Político, cuya presidencia reclama la ex periodista. Ese fue el telón de fondo de la bochornosa pelea de la sesión pasada.
La diputada acusó allí mismo a Menem por «presionarla durante un año» para que desconozca el acta que la designó como titular de esa comisión y le reclamó explicaciones por el audio. «No me corte la palabra, porque interrumpir al orador es de fascista», le lanzó en otro momento. Seguidamente, sacó un megáfono y le reclamó: «Poné los audios que se filtraron».
Esa interna en el bloque oficialista viene del año pasado pero escaló en las últimas semanas. Durante la sesión de este miércoles, agregó un elemento más de tensión que incluso hizo temer a los aliados del Gobiernocon que la sesión se desmadrara y se frustrara.
«Sean profesionales», les reclamó el histórico Miguel Pichetto, jefe de Encuentro Federal, a los oficialistas, tras señalar que habían puesto a «un incendiario» para iniciar el debate sobre el acuerdo con el FMI, en referencia a Almirón.
¿Qué plantea el DNU y cómo defiende el Gobierno el acuerdo con el FMI?
En ese clima se trató el DNU 179/2025 de Milei que aprueba un nuevo Programa de Facilidades Extendidas «a celebrarse» con el Fondo Monetario. El ministro de Economía, Luis Caputo, espera terminar de cerrar ese acuerdo en este primer cuatrimestre, luego del aval del Congreso al decreto.
Según establece el texto, el objetivo del nuevo acuerdo es la cancelación de «las letras intransferibles en dólares estadounidenses en poder del Banco Central de la República Argentina» empezando por los vencimientos más cercanos y «las operaciones de crédito público celebradas en el marco del Programa de Facilidades Extendidas del 2022 cuyo vencimiento opere dentro de los 4 años de la suscripción» del nuevo acuerdo.
Varios diputados de la oposición, incluso de los que apoyan el acuerdo con el FMI, reclamaron durante los últimos días más detalles sobre el acuerdo, como el monto final del desembolso y los plazos que el DNU no especifica, pero nunca quisieron bloquear la negociación por su importancia para el delicado frente financiero que tiene Argentina. Por eso reconocen por lo bajo que le aprueban un «cheque en blanco» al Gobierno.
Durante el debate en la Comisión Bicameral el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, tampoco dio demasiados detalles sobre el préstamo. «Hay situaciones que no están definidas. El monto es una de ellas, no es una cuestión de capricho, es una cuestión de que al final del día define el directorio del Fondo«, indicó el funcionario, al tiempo que señaló que «la secuencia de desembolsos está también a definir».
La novedad que sí dejó Quirno fue que «el costo de tasa efectiva a pagar por el préstamo es de 5,63%», lo que implica «una reducción de casi 80 puntos básicos con respecto a lo que era el costo del préstamo anterior que era 6,46%», en referencia al de 2022.
Por otra parte, al ser consultado por una posible devaluación tras el acuerdo con el FMI, Quirno ratificó la línea que ya marcaron Milei -enfurecido con los «devaluadores» como los llama- y Caputo: «La respuesta es no», sentenció. Seguidamente, explicó que no es un requerimiento del organismo porque el Gobierno ya cumplió con otras metas.
«Los países cuando van al Fondo Monetario van por una necesidad de cubrir lo que coloquialmente se dice un agujero. A cambio del apoyo presupuestario, el Fondo incluye condicionalidades, bajar el déficit en tanto tiempo, eliminar el financiamiento del Banco Central al Tesoro, todas cuestiones que Argentina ha excedido en su cumplimiento por su propia voluntad», afirmó.
De cualquier forma, la exposición del funcionario no iba a alterar el panorama ni los planes del gobierno de Javier Milei de buscar una aprobación rápida del DNU que lo autoriza a firmar el nuevo acuerdo con el FMI en la Cámara de Diputados, con la asistencia clave de gobernadores y bloques de oposición dialoguistas.