Jaiver Milei se reunirá este jueves con Benjamín Netanyahu en el marco de la Asamblea de las Naciones Unidas. Será la segunda bilateral del líder libertario en Nueva York después de la breve reunión que mantuvo con Donald Trump.
El encuentro con Netanyahu será el jueves por la tarde en el peor momento de prestigio internacional del premier israelí por las cada vez más fuertes criticas al accionar militar en la Franja de Gaza. Esta semana la Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre los territorios palestinos ocupados que depende del Consejo de Derechos Humanos emitió una declaración en donde acusa a Israel de cometer «un genocidio».
«Es evidente que existe la intención de destruir a los palestinos de Gaza mediante actos que cumplen los criterios establecidos en la Convención sobre el Genocidio», declaró la presidenta de la Comisión, Navi Pillay.
Asimismo, Estados Unidos vetó el jueves una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que exigía un alto al fuego inmediato y permanente en Gaza y la liberación de rehenes, después de afirmar que el esfuerzo no iba lo suficientemente lejos en condenar a Hamás.
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El prestigio internacional de Israel está cayendo y este sábado se sumaron Reino Unido, Canadá y Australia en el reconocimiento del Estado Palestino, algo que ya habían hecho países como España y los que oficiaban de aliados están tomando distancia, como Italia y Egipto, cuyo presidente Al Sisi dijo ante el Congreso de su país que estaba preparado para un enfrentamiento con Israel.
Pero hay otro punto caliente que no parece haber afectado a Milei en la reunión que tendrá con el líder israelí. La semana pasada la Cancillería publicó un comunicado en donde repudia las actividades ilegales de la empresa israelí Navitas Petroleum LP en las Islas Malvinas.
En el texto se plantea que la empresa «opera de manera ilegítima en territorio argentino sin contar con los permisos de exploración y explotación de hidrocarburos otorgados por la autoridad competente de la República Argentina».
El texto continúa con el recordatorio que «toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales, renovables y no renovables, en el área en disputa resulta contraria a lo dispuesto por la Resolución 2065 (XX) y concordantes de la Asamblea General de las Naciones Unidas y del Comité Especial de Descolonización. Dichas resoluciones reconocen la existencia de una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido, e instan a ambos gobiernos a reanudar negociaciones a fin de alcanzar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica a la controversia».
«Ello incluye las ilegítimas «Declaración de Impacto Ambiental» y «Evaluación de Impacto Socioeconómico» del proyecto «Sea Lion», la extensión de pretendidas «licencias» de producción, la contratación de proveedores de servicios, así como los recientes anuncios de NAVITAS sobre la recaudación de fondos para el desarrollo del reservorio hidrocarburífero ubicado en la Cuenca Malvinas Norte, costa afuera de las Islas Malvinas», agrega.
En otro fragmento del comunicado, dice que «mediante la Resolución de la Secretaría de Energía N° 240/2022 del 18 de abril de 2022, la empresa NAVITAS PETROLEUM LP fue declarada clandestina y sus actividades calificadas de ilegales por desarrollar operaciones hidrocarburíferas en territorio argentino sin autorización de las autoridades competentes».
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La virulencia del pronunciamiento sorprende porque este gobierno no se caracterizó por su defensa enfática a la soberanía de las islas y por tratarse justamente de una empresa del país que Milei decidió como uno de sus aliados principales junto a Estados Unidos.
«O la empresa no es más israelí o se cuidan de decirlo», dijo con sorna una fuente del sector petrolero. Por otro un diplomático con experiencia en Medio Oriente afirma a LPO que «resulta insólito que el Presidente decida reunirse luego de ese comunicado y en el actual contexto internacional en el que se encuentra Israel, mucho más si tenemos en cuenta que será repudiado por casi todos los países que hablen en la Asamblea General de la ONU».