En el momento de adoptar una mascota, como lo es un gato, se deben tener en cuenta varios factores como lo son la alimentación y la salud, entre otras cosas. En el caso de los gatitos, estos recaudos son más específicos, ya que se tratan de criaturas que necesitan más tiempo que uno más grande. En este sentido, al estar lejos de su madre, se deberá reemplazar la leche materna por un producto que contenga similares características para su crecimiento.
Uno de los recaudos que hay que tener a la hora de adoptar un gatito bebé es su alimentación y para esto existen leches especiales para este período. Lo ideal es consultar con un veterinario para saber cuál producto es mejor, antes de que le salgan los dientes en la quinta semana de vida y pueda comer alimentos sólidos en combinación con la leche. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la leche de vaca no es recomendable, ya que podría poner en riesgo su vida. Recién en la décima semana de vida el animal estará listo para ingerir alimentos sólidos únicamente.
En todo este tiempo, el dueño deberá saber cómo es la manera perfecta para alimentarlo y, en caso de no tener una mamadera para cachorritos, podrá utilizar una jeringa de 3 cm sin agujas.
Según el sitio especializado Kiwoko Mundo Animal, hay que tener cuidado a la hora de alimentar a un gatito con una jeringa. Primero, hay que buscar un lugar cómodo tanto para el dueño como para la mascota. Segundo, hay que llenar la jeringa con esta leche maternizada a temperatura ambiente, se debe levantar la cabeza del animal suavemente, acariciarlo por el cuello para facilitar la ingesta y luego presionar para que tome.
Una vez que toleró ese primer sorbo se debe presionar cuidadosamente el instrumento hasta que beba el total del contenido. Si en algún momento deja de abrir la boca, su dueño deberá estar atento para pausar la presión y deberá adaptarse a sus tiempos.
Al igual que los planes de vacunación correspondientes, este proceso es fundamental para el gato, ya que se trata de un período en el que desarrolla su sistema inmunitario gracias a los nutrientes de la leche maternizada. Además de este alimento líquido, podrá beber agua y al tratarse de un caso en el que está separado de su madre, su dueño deberá insistirle en adquirir esta costumbre.
Según los expertos, lo ideal es que el animal tome leche ocho veces al día cada tres horas durante las cuatro primeras semanas de vida. Cabe destacar que ante cualquier duda lo mejor es consultar un veterinario que pueda aconsejar al dueño en este proceso hasta que se le vuelva un hábito.
Una vez que finalice el período de lactancia, el cuidado de la mascota deberá continuar a través de una dieta adecuada con alimentos nutritivos de calidad para que goce de bienestar y brinde esa compañía incondicional que tanto caracteriza al gato.
LA NACION