La inseguridad en Caleta Olivia atraviesa un momento crítico y su impacto se refleja en la vida diaria de sus habitantes. Los actos delictivos parecen intensificarse en cantidad y violencia, afectando tanto a vecinos como a comerciantes, que se sienten cada vez más expuestos y desprotegidos. En este contexto, la falta de respuestas efectivas y la sensación de impunidad incrementan la preocupación y el miedo colectivo.
En este escenario, algunos casos sobresalen por la frecuencia y gravedad de los ataques, que no solo generan pérdidas materiales, sino también un fuerte desgaste emocional y psicológico en quienes los padecen.
La escalada de hechos delictivos, desde robos y estafas hasta amenazas directas, pone en evidencia la vulnerabilidad que viven muchos ciudadanos, que reclaman mayor seguridad y protección por parte de las autoridades.
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El empresario vivió una semana marcada por tres hechos delictivos
Ilustrativa-Tiempo Sur
En menos de una semana, un empresario sufrió cuatro hechos delictivos en la ciudad santacruceña. Durante ese corto período, fue víctima de una seguidilla de cuatro hechos delictivos que fueron escalando en gravedad y violencia, generando una sensación de vulnerabilidad y temor constante.
Desde estafas telefónicas hasta violentos enfrentamientos y amenazas directas, la situación desembocó en un robo millonario que afectó gravemente su medio de trabajo y su estabilidad personal.
El primero de los episodios ocurrió el jueves 31 de julio a la madrugada, entre las 3:10 y las 4:00, cuando delincuentes ingresaron al estudio de la radio y se llevaron equipos valuados en más de 10 millones de pesos. “Me había ido a dormir media hora antes. No estuve ahí de casualidad”, señaló.
Se desvinculó de la empresa, fue a cobrar la indemnización y le descontaron $12 millones de cuota alimentaria
De esta manera, sostuvo que entre los elementos se encontraban una cámara Nikon 3200, una consola Mackie de 21 canales y otra Behringer de 12 canales, además de un estabilizador Ósmo 4, un micrófono Boya con transmisor y dos televisores Smart Samsung de 32 pulgadas.
Sin embargo, días más tardes la víctima fue contactada a su celular a cambio de dinero para recuperar los elementos robados. “Me pidieron $150 mil y terminé transfiriendo $10 mil para identificar al tipo. Era de Chaco y tengo su nombre completo”, explicó.
«No se puede vivir así», aclaró
El Nuevo Día
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Mientras que el domingo 3 de agosto, otro sorpresivo hecho generó tensión. Según indicó, su padre se cruzó con dos motochorros encapuchados frente a la emisora. Allí, hubo una pelea, llegó la policía, pero la respuesta fue frustrante. “Le dijeron: ‘¿Qué querés que hagamos? Está lleno de delincuentes’”, contó.
“Voy a esperar que entren a mi casa nomás. Pareciera que hay que andar armado”, expresó con preocupación. A pesar de la grave situación, logró que la radio volviera al aire el mismo día con el apoyo de sus familiares. “Tuve que pedir un préstamo. Pero no se puede vivir así”, concluyó.
Con información de El Diario Nuevo Día, redactada y editada por un periodista de ADNSUR