Luego del estupor que causó el despiste del avión privado de la familia Brito, presidente de River, que se estrelló contra una casa en San Fernando, surgen detalles acerca de la aeronave. Se trata de un Bombardier Challenger 300 CL300, un jet mediano que cuenta con una capacidad máxima de 10 personas. El modelo comenzó a comercializarse hace más de 20 años y actualmente su valor en el mercado de los usados se ubica en torno a los 10 millones de dólares.
El avión tuvo seis vuelos durante los últimos cinco días: tres idas y vueltas entre San Fernando y Punta del Este. En este caso, el avión había sido subalquilado y estaba operado por la empresa New Lines S.A., que en noviembre de 2016 recibió la autorización para ofrecer «servicios no regulares internos e internacionales de transporte aéreo de pasajeros y carga, utilizando aeronaves de reducido porte».
El viernes pasado salió desde San Fernando hacia el balneario uruguayo a las 11.30. Ese mismo día, su vuelta fue a las 12.50. El otro doble viaje tuvo lugar este lunes, pero más temprano: la ida desde San Fernando a las 8.39 y el regreso a las 11.08.
Este miércoles fue el último doble vuelo para el avión, que salió a las 11.08 desde San Fernando y volvió a las 12.44 desde Punta del Este. Se estrelló a las 13.19, cuando pretendía aterrizar y despistó contra una casa lindera al aeropuerto.
Según informa la página oficial de su fabricante, Bombardier Aerospace, la aeronave está diseñada para viajes de negocios. Son trayectos cortos, aunque también puede unir Argentina con países limítrofes, ya que su autonomía de vuelo es de hasta 5.700 kilómetros.
Comenzó a fabricarse en 2003. Habitualmente va con piloto, copiloto y un tripulante. Tiene una cabina lujosa y amplia con avanzada ingeniería, de 1,85 metros de alto y 2,18 metros de ancho.
El diseño fue premiado en varias oportunidades dentro del sector aeronáutico. Un ejemplar usado puede cotizar cerca de 10 millones de dólares en el mercado.
El modelo incluye alas supercríticas con un 27% ángulo de barrido; una aleta Fowler hidráulica de una sola ranura con cuatro posiciones, y la avanzada línea Rockwell Collins Pro 21 aviónica. Es un avión moderno y fiable, que en otras regiones inclusive puede usarse en vuelo intercontinental.
«Acá nunca hubo un accidente así, es un avión muy seguro», explicó un instructor de vuelo consultado por Clarín.
Si bien la Junta de Seguridad en el Transporte sigue investigando los motivos del accidente, la Policía de Seguridad Aeroportuaria confirmó que la aeronave siguió de largo cuando intentaba aterrizar. La pista en uso era la 05 de San Fernando y el despiste se produjo en la cabecera 23. El avión cuenta con frenos de carbono.
Este modelo tiene dos motores Honeywell HTF7000 turbofans y la velocidad crucero es de 860 kilómetros por hora. Alcanza una altitud máxima de 13.716 metros. La aeronave tiene además compartimientos especiales para guardar equipaje. Su capacidad es de ocho valijas y seis equipajes de mano.
Por estas horas continúan analizándose las cámaras de seguridad para saber qué pasó realmente en el siniestro en el que perdieron la vida el piloto y copiloto de la aeronave.