En su primera intervención como diputada nacional, Karina Maureira, representante del espacio La Neuquinidad que responde al gobernador Rolando Figueroa, utilizó el cierre de su monobloque para fijar una posición clara frente al Presupuesto 2026, con un eje central en los reclamos de Neuquén vinculados al desarrollo de Vaca Muerta, la infraestructura asociada y los proyectos estratégicos de la matriz energética provincial.
“Vengo de Neuquén, yo la llamo la provincia de la roca mágica”, afirmó al iniciar su exposición, para contextualizar el peso que tiene el no convencional en la economía provincial y nacional. En ese marco, advirtió que el crecimiento energético requiere algo más que inversiones privadas: “La provincia de Vaca Muerta necesita planificación. Llegan inversiones, pero no se olviden que también tributan para el gobierno nacional”.
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Maureira puso el foco en uno de los principales cuellos de botella del desarrollo hidrocarburífero: la infraestructura. “Necesitamos rutas como la mayoría de las provincias”, señaló, y describió una situación crítica que atraviesa tanto a la actividad petrolera como al turismo. “Hacemos lo que podemos con obras públicas que invertimos con fondos propios. Rutas petroleras que se llevan muchas vidas por año y rutas turísticas que se terminan porque el gobierno de la provincia las hace”, sostuvo ante el recinto.
Desde esa perspectiva, reclamó que el Presupuesto contemple una mirada federal que acompañe a las provincias productoras. “No es fácil trabajar en un país donde todavía tenemos que contar con los fondos nacionales”, expresó, y agregó que si bien existe diálogo, “no puedo acompañar un presupuesto que no me da las herramientas para la gobernabilidad que ustedes desean”.
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En el tramo más directamente vinculado al entramado energético, Maureira pidió la inclusión explícita de proyectos neuquinos estratégicos. “Les voy a pedir también por la ENSI, la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería, ligada a la PIAP, la Planta Industrial de Agua Pesada, que hoy necesita ingresar en este presupuesto”, reclamó. El planteo apuntó a sostener capacidades industriales y tecnológicas que Neuquén considera claves para su proyección energética de largo plazo.
También cuestionó aspectos del articulado que, según indicó, impactan de lleno en las provincias productoras. “No me quiero olvidar de un punto que sí nos hace mucho ruido: el artículo 65 que exime de los impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono”, advirtió. Y remarcó: “Nosotros lo producimos, no hace falta que lo importemos”, en referencia al gasoil y el diesel, subrayando la contradicción fiscal para territorios que generan esos recursos.
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Pese a las críticas, la diputada dejó en claro que acompañará el proyecto enviado por el Ejecutivo nacional. “A pesar de todo, creo en esta ley madre. Quiero tener esa confianza en este gobierno”, afirmó, aunque aclaró que su respaldo no implica resignar los intereses provinciales. “Defiendo lo mío de una manera muy especial, poniéndome en el lugar del otro”, señaló, y pidió a Nación “más empatía y humanidad” al momento de diseñar políticas que impactan en las provincias.
Recién hacia el final de su intervención incorporó los aspectos sociales que también condicionan su voto. “Discapacidad y educación desfinanciados nunca”, afirmó con énfasis, y explicó que habla desde una provincia que hizo de esas áreas una prioridad. “Vengo de una provincia con las becas más importantes de Latinoamérica, con más de 80.000 metros cuadrados de edificación en escuelas”, enumeró, para reforzar la idea de que Neuquén sostiene políticas públicas con recursos propios.
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Sobre discapacidad, se permitió un tramo más personal: “Con más de 30 años como periodista he tenido que resolver cientos de problemas a personas con hijos con alguna condición. Por eso la discapacidad no entra en mi cabeza como variable de ajuste. No es dinero malgastado”. Incluso aportó un dato concreto: “En discapacidad, por mes aportamos 228 millones en programas”.
Finalmente, Maureira dejó explícito el sentido de su voto. “Vamos a acompañar el presupuesto”, adelantó, pero con una advertencia política: “Necesitamos que tengan en cuenta que con la gente se trabaja, hay que dejarla estar al lado de uno, creerles y ser humanos al momento de confeccionar esto”.
