Según el Indec el consumo volvió a contraerse en supermercados, mayoristas y shoppings. Con salarios que no alcanzan, se consolida el uso de tarjetas de créditos para comprar productos básicos, mientras los bancos alertan por el crecimiento de la mora en pagos. La UIA también informó una profundización de la crisis con una baja del 3% i.a. en agosto.
El INDEC informó los montos facturados durante julio por las grandes superficies comerciales existentes en Chubut y los valores reflejaron que por segundo mes consecutivo se produjo un desplome del 8,5% en el nivel de consumo en la provincia.
Durante julio las ventas en los supermercados de Chubut fueron de 61.988 millones de pesos que fueron un 28,7% mayores en términos nominales a los 48.150 millones del mismo mes del 2024. La variación real, después de aplicar el efecto inflacionario interanual, arrojó una caída del 8,5%.
Mientras Milei y Caputo ruegan por un préstamo en Estados Unidos para garantizar la fuga de los especuladores, la economía real del país camina a la recesión. La pérdida del poder adquisitivo de los salarios de las y los trabajadores se refleja en las góndolas de supermercados, mayoristas y centros de compras.
El fuerte retroceso del consumo de julio se encadenó al producido en junio con el mismo nivel de caída, pero además mostró tres meses consecutivos de niveles recesivos.
Desde enero del 2024 solamente en abril de este año las facturaciones de los supermercados tuvieron un signo positivo, mientras que en los 18 meses restantes el índice fue negativo.
Las dos caídas del 8,5% en junio y julio emparejaron la registrada en octubre del 2024 y solamente fueron superadas por el 10,2% de contracción que se registró en abril del 2024.
Al proceso recesivo nacional se suma en la provincia la fuerte contracción generada por el achicamiento del sector petrolero con retiros voluntarios y despidos, más el parate generalizado del consumo que se desarrolla por la imposibilidad de llegar a fin de mes.
Como señala Julio Pérez «Es necesario imponer desde abajo, organizados y en las calles, un programa de salida propio de los trabajadores, en ruptura con el FMI y el pago de la deuda externa ilegítima, y nacionalizando los bancos y el comercio exterior, resortes fundamentales para evitar la fuga de capitales y los golpes de mercado».
Nota publicada originalmente en El Extremo Sur de la Patagonia