Eugenia Ruíz ya acumula más de dos meses dentro de la casa de Gran Hermano (Telefe), y la experiencia comienza a pesarle. En las últimas horas, no pudo contener la emoción y admitió que está pensando seriamente en abandonar el programa debido a cuánto extraña a su hijo, Felipe.
“Lo necesito conmigo, no puedo más”, le confesó con sinceridad la participante oriunda de Santiago del Estero a Selva Pérez Carvalho durante una conversación en la habitación. Según contó, lleva más de tres semanas sintiéndose así, y ese estado anímico le impide desenvolverse plenamente dentro del juego.
Visiblemente afectada, enumeró con tristeza las cosas cotidianas que más echa de menos de su hijo, y dejó abierta la posibilidad de irse voluntariamente del reality utilizando el recurso de la “puerta giratoria”.
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“Necesito escucharlo, abrazarlo, sentirlo. Escucharle la voz. Te juro que cuando veía la puerta giratoria me quería escapar con ellos. Necesito que me cuente de su colegio, lo dejé solo y me siento culpable”.
“No voy a hacer campaña para irme, pero supongo que el resto lo va a hacer viéndome tirada así“, reflexionó. Más allá de ese malestar, este domingo ratificó que quiere seguir en el reality.
“Sé que estuve media rara porque extraño a mi hijo, pero también me quiero quedar. No tengo estrategia, pero me banqué un montón de cosas. Espero recuperar las cosas que gustan de mí. Es muy difícil, quiero llegar a la final. Bánquenme, a pesar de las macanas”, sostuvo en el confesionario en diálogo con el Big.