Isaac Nomás nació en Sarmiento, Chubut, pero su historia como músico comienza realmente a los 9 años, cuando se mudó con su familia al barrio René Favaloro, en el kilómetro 14 de Comodoro Rivadavia. “Fue una transición difícil. Comodoro es una ciudad compleja, dura. Vivir en la periferia me hizo sentir lejos de todo, incluso de la idea de pertenecer”, recuerda en comunicación con El Patagónico.
En su casa, la música era compañía cotidiana. Su madre musicalizaba los días y él absorbía esos sonidos como parte del paisaje emocional. Pero fue recién a los 13 que decidió explorar ese mundo por su cuenta. “Ahí empezó mi búsqueda: me interesaba entender qué hacía especial a una canción. Quería encontrar mi forma de sentir a través de los sonidos”.
Así nació una relación intuitiva con la guitarra, que poco a poco se volvió vital. Escuchaba desde Radiohead hasta Charly García, de My Bloody Valentine a Spinetta. “Nunca me cerré a un solo género. Para mí, cada canción es un universo. Y cada universo me enseña algo”.
POESIA ADOLESCENTE Y PRIMERAS COMPOSICIONES
La escritura llegó primero como refugio. En la secundaria empezó a volcar emociones en forma de poesía, alentado por una profesora que supo ver sensibilidad en sus palabras. “Fue clave que alguien validara eso. Me dio confianza. Después sumé acordes y entendí que podía contar cosas que no me animaba a decir de otra forma”.
Las canciones nacían en secreto, muchas veces sin destino. “Las escribía, las guardaba, y ahí quedaban. Pero ya había algo que me atravesaba: una necesidad de expresión muy fuerte”.
Recién en 2021, con 20 años, dio el salto hacia una producción más consciente. “Empecé a grabar con herramientas caseras, a pensar las canciones como obras completas. Ya no componía por impulso, sino con un concepto detrás”.
Embed – Isaac on Instagram: «hola!! en una semana sale «cosa de valientes» mi EP con 5 cancioncitas – quise – si nos cruzamos (con el solo de @mano_hermano ) – no dudes de mí (con vocecitas de Bruno) – el tiempo es así – copito (con pequeñas voces de @cande_navarrete ) todo masterizado por @taxiburon todo compuesto y producido por Isaac Ruiz, excepto «copito» compuesto por Bruno e Isaac ya podes pre-guardarlo con el link de mi perfil !!! me emociona mucho que puedan escuchar estas canciones a las que les pusimos tanto amor, gracias a todos»
IDENTIDAD SONORA Y AUTOGESTION
La mayor parte de su obra fue grabada y producida en su cuarto. Sin aislamiento acústico, pero con una conexión profunda con lo que hace. “Grabar en mi habitación no es solo una necesidad: es una elección. Es mi lugar íntimo. Ahí se construyen mis canciones desde lo más sincero”.
Esa crudeza técnica, lejos de ser una desventaja, le aporta identidad. “Quiero que el sonido también diga algo. Que no sea pulido hasta volverse genérico. A veces una imperfección es lo que vuelve única a una canción”.
Sus temas, cargados de melancolía, abordan duelos, amores, fragilidad emocional, vínculos rotos y reconexiones con su niño interior. “No me interesa cantar desde la pose. Me interesa ser honesto. Mostrar la herida, no la máscara”.
Temas como Desde mi ventana, Todo el peso del mundo, El cielo se rompió o Solo quiero verte a vos resumen esa búsqueda. “Me interesa la belleza en lo que duele. El arte como forma de sostener lo que se rompe”.
COLABORACIONES Y COMUNIDAD EN LA PERIFERIA
Aunque gran parte de su camino fue en soledad, también encontró en otros artistas aliados sensibles. Ha colaborado con fbri, Cande Navarrete (de Carmesí) y Manu Gomez. “Cada uno aportó algo a mi música: sensibilidad, técnica, mirada. Disfruto mucho compartir”.
En Comodoro, ser artista independiente implica lidiar con obstáculos estructurales. “No hay espacios suficientes, ni políticas públicas culturales sostenidas. Pero a la vez, hay una comunidad artística fuerte que se mueve desde la autogestión. Se generan lazos, proyectos, redes. Eso te sostiene”.
COSA DE VALIENTES: UN CAPITULO, NO UN PUNTO DE LLEGADA
En los últimos días Isaac lanzó Cosa de valientes, su primer EP, que sintetiza su crecimiento artístico y emocional. Compuesto por cinco canciones, el trabajo recorre su universo temático: el pasado, el amor, la soledad, la pérdida y el tiempo como pregunta existencial.
“Es un disco que habla de la valentía de aceptar lo que duele. No de la fuerza para resistir, sino del coraje de mostrar la fragilidad. Para mí, eso es ser valiente”.
Cada tema tiene una historia. En Copito, le canta a su perro de la infancia. En Quise, habla de la imposibilidad de sanar a otros cuando uno mismo está roto. Si nos cruzamos es un encuentro imaginario con su yo niño. No dudes de mí pide confianza en medio de la oscuridad. Y El tiempo es así cierra con una aceptación serena del paso del tiempo.
“Es mi trabajo más sólido hasta ahora. Pero no es una meta: es una etapa más. Hay mucho que quiero seguir diciendo”.
UNA SENSIBILIDAD EN CONSTRUCCION
Para Isaac, el futuro se construye desde la honestidad. Ya piensa en nuevas canciones, shows en vivo y una edición física del EP con fanzine incluido. Pero más allá de los proyectos, lo que lo mueve sigue siendo el arte como canal de conexión profunda.
“No busco fama. Quiero formar una comunidad que crezca conmigo, que entienda lo que hago. Quiero que mis canciones sean un abrazo para alguien que lo necesita”.
Y si pudiera hablar con ese adolescente que empezaba a tocar la guitarra en su cuarto, le diría: “Confía en tu sensibilidad. Es un don, no una debilidad. Y vale la pena cuidarla”.
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