En un escenario de flexibilización financiera sin precedentes, expertos advierten que el cambio real exige una transformación cultural y fiscal.
Para hablar sobre este tema, Canal E se comunicó con la contadora Elisabet Piacentini quien comentó que, “el sistema pendula entre extremos: antes estaba prohibido usar dólares, hoy se plantea una libertad total”.
La entrevistada señaló que la transformación financiera debe venir acompañada de medidas impositivas consistentes: “Se flexibilizaron normas, pero quienes cumplieron con la ley sienten que se los deja de lado”.
El blanqueo iniciado el año pasado fue un avance, pero con limitaciones. “Fue una gran oportunidad: se flexibilizó el monto mínimo y permitió usar los dólares casi sin restricciones. Aún así, quedó mucho por fuera”, explicó.
Dólares, impuestos y confianza
Uno de los mayores obstáculos es la desconfianza en el sistema impositivo. “Hay que cambiar el paradigma de ahorro en negro. El que ganaba en blanco ahorraba en negro porque no podía comprar dólares legalmente”, indicó Piacentini.
A pesar de las facilidades actuales, como pagar impuestos con dólares a través del BEP o usar tarjetas de débito en dólares, la desconfianza persiste. “Con 154 impuestos, cualquier intento de formalización genera temor. La gente piensa: si blanqueo, ¿cuántos impuestos me van a caer?”, sostuvo.
El rol de las pymes, el gran olvidado
Piacentini fue contundente al señalar una omisión grave: “No escuché en todo este tiempo que se mencionen beneficios para las pymes”. Para ella, se trata del sector que más derrama consumo en la economía real. “Las pymes necesitamos facturar y generar empleo, pero nadie nos menciona en estas reformas”, agregó.
Planteó que un alivio fiscal para las pequeñas y medianas empresas podría potenciar la reactivación: “¿Por qué no pensar en dos años sin impuestos para pymes, si ARCA no va a controlar?”, propuso.
Ahorro, generaciones y oportunidades perdidas
La especialista analizó el comportamiento del ahorro por franjas etarias: “Muchos de mis clientes guardan más de 30 mil dólares en un colchón para jubilarse. Me preguntan: ‘¿Qué garantía tengo para entregarlos ahora?’”.
Piacentini insiste en que hoy existen herramientas seguras y accesibles: “El dólar MEP era visto como una opción para grandes inversores, pero cualquiera lo podía hacer desde el home banking. Hoy incluso se pueden comprar dólares legalmente y usarlos para invertir”.
No obstante, reconoce que hay una brecha cultural importante: “Nuestros abuelos ahorraban de una manera; hoy hay otra forma, pero todavía no se populariza. Hay desconfianza en el sistema financiero y en las políticas”.
La situación de los freelancers y exportadores de servicios
Un grupo especialmente afectado ha sido el de los trabajadores del exterior. “Durante mucho tiempo, quienes programaban o brindaban servicios al exterior no podían ingresar esos dólares en cuentas locales. Eso cambió, pero falta ampliarlo”, aseguró Piacentini.
Destacó que ahora pueden ingresar hasta 36 mil dólares anuales sin penalidades, aunque considera que es insuficiente. “Esta medida tiene que ser parte de una estrategia más amplia que contemple al nuevo modelo de trabajo global”, dijo.
Un nuevo modelo exige medidas concretas
Para Piacentini, las reformas deben estar acompañadas por incentivos claros y sostenibles. “No alcanza con habilitar operaciones. Si queremos que los dólares se usen, hay que permitir pagar con QR en dólares en cualquier comercio, sacar el impuesto al crédito de las cuentas en dólares y dar beneficios reales al contribuyente”, propuso.
Y concluyó: “Se necesita un enfoque innovador. Hay que pensar cómo generar confianza para que la gente saque sus dólares del colchón y los ponga a producir”.