En un breve diálogo con los diputados del PTS-FITU tomamos conocimiento de la iniciativa parlamentaria presentada con motivo de los recurrentes cortes de agua potable en distintos sectores de la Capital y Palpalá.
Miguel López planteó «nos preocupa que en pleno siglo XXI sectores de la población de San Salvador de Jujuy y Palpalá sufran cortes de agua potable que los dejan días sin poder hidratarse, bañarse, limpiar sus hogares y cocinar, lo que habla de una vulneración de un derecho humano al acceso a un servicio básico. Por eso por medio de un pedido de informe ingresado a la Legislatura queremos que las autoridades de Agua Potable de Jujuy den explicaciones de a qué se deben los cortes del suministro de agua potable y a qué se destinaron lo recaudado con los tarifazos, que a la par de EJESA, le aplicaron a los usuarios, ya que los cortes del agua potable a grandes barriadas populares como Alto Comedero evidencian que no fue a obras públicas de infraestructura que mejoren la calidad del servicio».
Por su parte, Natalia Morales sostuvo «es una contradicción que el gobierno provincial que tiene superávit fiscal tenga falencias en materia infraestructura que privan a la población del líquido elemento, pero no sólo eso, sino que también es el desmoronamiento de puentes y pavimento por la erosión generada por las crecidas de los arroyos y por décadas de falta de mantenimiento. Después de que un basto sector de la población sufriera la falta de agua potable, los peligros de inundaciones y otras quedaron aisladas por haberse dañado la vía de circulación de la Av Bolivia, que incluyó la inutilización de dos puentes, recién el gobernador decreta la emergencia hídrica, dejando en claro que su ajuste lleva a esto, que se podría haber previsto».
Concluyó Gaston Remy esgrimiendo que «frente a esta Jujuy rica con trabajadores con la vida precarizada, los socialistas del PTS FITU proponemos una Jujuy donde las mayorías trabajadoras tengan derecho a la ciudad, a obras públicas que a la par de mejorar las condiciones de vida de vecinos y vecinas y prevenir de desastres, genere miles de puestos de trabajo genuino para los desocupados, lo que no se puede hacer sin volcar ese tan mentado superávit a la construcción de una mejor infraestructura y al sueldo de los trabajadores estatales, sin afectar mediante impuestos progresivos las ganancias millonarias de las compañías mineras y azucareras, que pagan impuestos irrisorios o directamente no tributan ni en la provincia ni en municipios, como es el caso de los ingenios azucareros y las litieras que operan en la provincia».