Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, dará a conocer este lunes el proyecto de Ley Antibarras, una iniciativa que busca endurecer las penas contra los grupos violentos del fútbol y ampliar la responsabilidad de los dirigentes de los clubes en la lucha contra estas organizaciones. La presentación se llevará a cabo a las 15:45 en la sede del ministerio, ubicada en la avenida General Gelly y Obes 2289.
El proyecto, elaborado por el equipo de abogados de Seguridad y respaldado por el presidente Javier Milei, llega días después de la polémica marcha de jubilados, que desde el Gobierno fue vinculada con la participación de barrabravas. Esta iniciativa intentará cerrar cualquier vacío legal que permita su accionar delictivo.
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Mariano Fuchila
Uno de los puntos clave del proyecto es la tipificación de las barrabravas como una forma específica de asociación ilícita, lo que permitirá a la Justicia considerarlas organizaciones criminales con penas más severas. Además, se prevé que los dirigentes de los clubes puedan ser investigados si se comprueba que tienen vínculos con estos grupos, ya sea mediante la entrega de entradas o cualquier otra forma de colaboración. Si son hallados responsables, podrían enfrentar condenas de hasta seis años de prisión.
La normativa también plantea castigos de entre dos y cuatro años de cárcel para quienes porten armas en espectáculos deportivos o participen en la venta ilegal de entradas. El objetivo central es erradicar cualquier forma de violencia en el fútbol y reforzar las herramientas judiciales para actuar contra los barrabravas.
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Bullrich enfatizó la necesidad de tomar medidas drásticas contra este fenómeno y exigió a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) un rol activo en la erradicación de estas mafias. En ese sentido, instó al presidente de la entidad, Claudio «Chiqui» Tapia, a expulsar de los clubes a todos los hinchas identificados en episodios violentos.
Tras la represión en la marcha de jubilados que dejó 124 detenidos y 20 heridos, la funcionaria defendió el accionar de las fuerzas de seguridad, afirmando que los manifestantes «vinieron preparados para generar caos» y que se incautaron armas blancas y de fuego. En ese contexto, reafirmó su compromiso con la nueva legislación como una herramienta central para combatir la violencia en el deporte y sus conexiones con otras actividades delictivas.
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