Por Karina Cecuk
Una mayor seguridad energética a través de combinaciones eléctricas diversas, un aumento de las energías renovables y una mayor proporción de energías limpias en la combinación de combustibles, son algunas de las medidas que se han adoptado como mecanismo para avanzar en la transición energética.
Energía hidroeléctrica, biocombustibles, energía solar y eólica, son clave para un mayor aprovechamiento de los recursos disponibles en el vasto territorio argentino, y permiten desarrollar una mejor estrategia de cara al futuro.
La generación de energía renovable en Argentina alcanzó un hito sin precedentes al cerrar el año 2024 con la mayor producción de energía limpia de su historia.
Según el informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), noviembre fue el mes más destacado para el segmento renovable, con una generación total de 2.249 GWh.
El segmento eólico fue el mayor contribuyente, con una generación de 1.539 GWh, superando el registro histórico alcanzado en septiembre. Este incremento representó un aumento del 8% respecto a octubre, consolidando a los parques eólicos como líderes en la transición energética nacional, según reveló energíaonline.
También marcó récord la producción de energía solar, que sumada a las hidroeléctricas y otras fuentes renovables dieron el impulso para llegar a los índices más altos. En el acumulado anual, entre enero y noviembre de 2024, la generación renovable alcanzó los 20.679 GWh, un incremento del 13% respecto al mismo período del año anterior.
Las políticas de promoción de energías limpias parecen dar resultado, y los recientes anuncios sobre desarrollo de hidrógeno verde en la Patagonia, colocan a la Argentina como un referente regional.
Sin dudas, la millonaria inversión de ALUAR en la ampliación de su parque eólico en Chubut, es una de las tantas señales del sector empresario que busca consolidar la sustentabilidad.
En Río Negro se ha generado gran expectativa a partir del anuncio y ratificación de la inversión de Fortescue para la producción de hidrógeno verde. La provincia impulsa además, proyectos a
baja escala para la autogeneración con energías renovables, y en el último año alcanzó excelentes resultados.
Santa Cruz por su parte, tendrá el primer proyecto público-privado de hidrógeno verde del país. A partir del proyecto «Gaucho», se prevé que una parte de la producción de la planta se destine al mercado nacional, para apoyar la descarbonización de los sectores de la siderurgia, la petroquímica y el refino.
Al parecer todo va «viento en popa» para las renovables. Sin embargo, este año expira la Ley de Promoción de las Energías Renovables, sancionada en 2015, y hay quienes se preguntan, cómo encarará ese debate la nueva administración de Gobierno.
La ley establece beneficios promocionales para el sector, y también fija metas para el uso de energías renovables en el país. Entre ellas, la meta de alcanzar el 20% de la matriz energética a 2025 y la obligación para los Grandes Usuarios del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y las Grandes Demandas de cumplir con objetivos de uso de renovables.
De ahí, que muchos grandes inversores de la región patagónica hayan apostado a la creación de parques eólicos.
Según revelan medios especializados, desde la Cámara Eólica Argentina (CEA) consideran que la Ley 27191 «tiene que prorrogarse aunque poniendo foco principalmente en asegurar la estabilidad fiscal, porque de esta manera, se va a preservar la seguridad jurídica en todas las provincias del país que adhirieron al régimen» y se asegura que «no se requiere ningún tipo de subsidio ni beneficio fiscal».
Asimismo, la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader) hizo sus consideraciones, entendiendo que «los objetivos de la Ley 27.191 debería ser extendido a una cuota de, al menos, 30% a 2030 a fin de asegurar un sendero de transición».
Ciertamente el debate está abierto, y a los gobernadores les encanta colgarse las cucardas (algunos más que a otros) ante el anuncio de grandes inversiones del sector privado, pero resulta extraño que la Ley de Promoción de las Energías Renovables no esté sobre la mesa.
Será acaso parte de la agenda regional en el próximo encuentro de gobernadores patagónicos. De no ser así, sería conveniente poner en foco un asunto de especial interés para la tan mentada sustentabilidad.