La asamblea de accionistas de Aerolíneas Argentinas aprobó este jueves el Balance 2023 de la línea aérea estatal, que corresponde (hasta el 10 de diciembre de ese año) al último período de gestión de la agrupación La Cámpora. Tal como la empresa había difundido el año pasado, los ejercicios contables arrojaron una pérdida neta equivalente a poco más de 200 millones de dólares, aunque la pérdida operativa (descontada la ganancia que la empresa obtuvo por la “bicicleta” entre dólar oficial y dólar MEP) fue por el equivalente a US$ 390 millones.
Ese ejercicio contable, auditado por la consultora KPMG, fue aprobado con un retraso considerable en relación a los balances publicados luego de la pandemia y también respecto a los tres primeros balances de Aerolíneas durante la gestión de Macri.
Fuentes de la compañía dijeron, además, que durante la asamblea de este jueves se trató el balance provisorio de 2024, todavía pendiente de auditoría. Según la empresa, durante el año pasado Aerolíneas Argentinas registró una ganancia operativa equivalente a 20 millones de dólares.
Si se compara contra el período inmediatamente anterior, ese número (que todavía debe ser certificado por auditores independientes) arrojaría una mejora en los números de la empresa equivalentes a 410 millones de dólares, en un año.
Además, sería el primer ejercicio en el cual Aerolíneas arrojaría ganancias por su operación desde que fue estatizada, en julio de 2008.
¿Cómo se pasa de perder 390 millones de dólares en un año a ganar US$ 20 millones al año siguiente? Según fuentes de la compañía, la clave fue dejar de volar a muchos destinos tanto externos como dentro del país, fundamentalmente durante los meses de menor ocupación.
A lo largo de 2024 Aerolíneas levantó dos rutas internacionales, a Nueva York y La Habana. Pero además suspendió y consolidó una importante cantidad de rutas entre Aeroparque y destinos del interior, así como rutas entre ciudades del interior sin pasar por Buenos Aires.
Además, con subsidios del Tesoro, Aerolíneas aplicó un plan de retiros voluntarios y jubilaciones anticipados que achicaron su plantel de casi 12.000 empleados a poco menos de 10.500.
“Ese ahorro fue muy importante. Y el otro factor fue que los pasajes en pesos, con la apreciación de la moneda local, ahora rinden más en dólares”, agregaron las fuentes de la empresa.
Aerolíneas está presidida por Fabián Lombardo, un ejecutivo del sector que llegó a la empresa de la mano de La Cámpora luego de haberse desempeñado en áreas comerciales de líneas aéreas extranjeras.
A lo largo del año pasado, sobre todo cuando el conflicto con los gremios aeronáuticos escaló a partir de agosto, Lombardo cerró filas con el Gobierno en cuanto al propósito de privatizar la empresa.
Este jueves, fuentes cercanas al funcionario ratificaron que durante este año se buscará vender Aerolíneas y que la mejora de sus números, de confirmarse, «es para poder venderla mejor». Hasta el momento, los dos proyectos presentados para vender las acciones de Aerolíneas en poder del Estado siguen en el Congreso.