Stoli Group USA, conocida por su reconocida marca de vodka Stoli, anunció su declaración de bancarrota bajo el Capítulo 11 en el Tribunal Federal de Bancarrotas para el Distrito Norte de Texas. Esta medida tiene como objetivo reorganizar sus finanzas y mantener sus operaciones mientras enfrenta una serie de problemas que debilitaron su posición en el mercado. La empresa reportó pasivos que oscilan entre los 50 y 100 millones de dólares, lo que deja en claro la magnitud de sus dificultades financieras.
La decisión ocurre en un contexto de desaceleración del consumo de bebidas alcohólicas, un ciberataque devastador que paralizó sus sistemas operativos y una prolongada batalla legal con el gobierno ruso, según detalla la CNN. A pesar de estas complicaciones, los productos de Stoli, como su vodka y el Bourbon Kentucky Owl, seguirán disponibles en el mercado durante el proceso de reestructuración.
Uno de los principales factores que llevaron a esta situación es la disminución en la demanda de bebidas alcohólicas. Desde 2023, la industria experimentó una caída notable en las ventas, atribuida a cambios en los hábitos de consumo tras la pandemia. Durante el confinamiento, muchas personas se abastecieron de alcohol, lo que impulsó temporalmente las ventas. Sin embargo, la normalización de la vida cotidiana trajo consigo una disminución en la demanda.
Stoli Group USA no logró adaptarse rápidamente a estas nuevas condiciones del mercado, lo que resultó en una pérdida significativa de ingresos. Este problema se agravó con el aumento de los costos de producción y distribución, que también han afectado a otras empresas de la industria.
En agosto de 2024, la compañía sufrió un ataque cibernético de tipo ransomware que paralizó por completo sus sistemas operativos. Este incidente obligó a Stoli Group USA a operar manualmente durante varios meses, lo que afectó gravemente su cadena de suministro y procesos internos. Las demoras en la restauración de sus sistemas complicaron la gestión diaria y causaron pérdidas adicionales.
El ataque cibernético no solo afectó las operaciones de la compañía en Estados Unidos, sino también sus operaciones globales. Aunque se espera que los sistemas sean completamente restaurados para el primer trimestre de 2025, los efectos de este incidente seguirán sintiéndose este año.
Otro factor clave en los problemas financieros de Stoli Group USA es su prolongada batalla legal con el gobierno ruso. La marca, anteriormente conocida como Stolichnaya, enfrentó cuestionamientos sobre su propiedad y derechos comerciales. El fundador de la empresa, Yuri Shefler, fue exiliado de Rusia en 2000 debido a su oposición al presidente Vladimir Putin. Desde entonces, las tensiones con el gobierno ruso fueron constantes.
En julio de 2024, las autoridades rusas confiscaron las últimas destilerías de Stoli en el país, una acción que la compañía calificó como represalia por su apoyo a Ucrania en medio del conflicto con Rusia. Esta confiscación, valorada en aproximadamente US$100 millones, intensificó las presiones financieras sobre la empresa.
En 2022, Stoli Group USA decidió acortar el nombre de su marca de Stolichnaya a Stoli. Este cambio respondió a los boicots contra productos rusos tras la invasión de Ucrania. Aunque el vodka Stoli se produce en Letonia desde hace décadas, el rebranding buscaba distanciar a la marca de su asociación con Rusia. Sin embargo, este esfuerzo no logró frenar las críticas ni los problemas legales.
La situación financiera también provocó tensiones con los acreedores de la empresa. Stoli Group USA enfrenta acusaciones de incumplimientos crediticios, principalmente debido a la falta de informes financieros actualizados. Estas restricciones limitaron su capacidad para gestionar eficientemente su inventario, que incluye productos valiosos como el bourbon Kentucky Owl, con cerca de 29,000 barriles almacenados.
La falta de liquidez también dificultó las operaciones cotidianas, como la distribución de productos y el mantenimiento de acuerdos con proveedores clave.
A pesar de los desafíos, la compañía expresó su compromiso de salir adelante. El Capítulo 11 permite a la empresa continuar operando mientras reorganiza sus finanzas y negocia con sus acreedores. Según consignó Chris Caldwell, director ejecutivo global de Stoli Group, a CNN esta medida ofrece una oportunidad para fortalecer la empresa y garantizar su viabilidad a largo plazo.
Los esfuerzos de reestructuración incluirán la reducción de costos, la modernización de sus sistemas tecnológicos y la optimización de su cartera de productos. Caldwell destacó que la prioridad es mantener la calidad de los productos y satisfacer las expectativas de los consumidores mientras se superan las dificultades actuales.