Sandra Priore, que no puede dejar su adicción al cigarrillo, logró conseguir más atados en Gran Hermano gracias a un desafío navideño. Junto a sus compañeros, aceptó bailar una coreografía a cambio de cigarrillos y helado. Al terminar, Sandra quedó contenta con el premio.
Después de ensayar varias veces, Gran Hermano les avisó que el premio estaba listo en el box de intercambio. Sandra no perdió tiempo, agarró los paquetes de cigarrillos y los repartió entre los fumadores. También pidió que los potes de helado fueran al freezer. “Bien, bien, algo es algo”, dijo al contar los 72 cigarrillos.
Sofía Buscio ayudó a Sandra a repartir los cigarrillos. Como son seis fumadores en la casa, decidieron que cada uno se quedaría con 12. Giuliano Vaschetto aprovechó el momento para negociar un intercambio de marcas, ya que tenía sus preferencias.
Antes del desafío, Sandra había amenazado con irse de la casa porque no soportaba pasar la Navidad sin cigarrillos. La pescadera se largó a llorar cuando el sobre sorpresa que eligieron tenía cartas en lugar del combo de asado, vino, tres atados y una guitarra que ella esperaba.
LA PREOCUPACIÓN DE SANDRA EN GRAN HERMANO
Sandra se mostró muy angustiada y sus compañeros trataron de calmarla. Sin embargo, el desafío navideño fue la solución que necesitaba para quedarse tranquila. “No iba a poder pasar la Navidad así”, comentó entre lágrimas antes de recibir el premio.
Finalmente, con los cigarrillos repartidos y el helado guardado, la casa volvió a la normalidad. Sandra quedó conforme con el resultado y agradecida por haber conseguido lo que tanto necesitaba para seguir adelante con su juego en Gran Hermano.