En un megaoperativo en simultáneo realizado este jueves, la Justicia provincial detuvo a seis personas vinculadas al esquema de inversiones de RainbowEx, en el que depositaron sus ahorros miles de personas de la zona de San Pedro y que está sospechado de esconder un esquema de tipo ponzi. Además libró órdenes de detención para dos ciudadanos de Malasia y congeló fondos en billeteras cripto por 3,5 millones de dólares.
Entre los detenidos se encuentran Maximiliano Braga y Luis Pardo, dos de los principales referentes de Knight Consortium (el grupo que promovía la inversión). También quedaron detenidos Pablo Mariano Díaz y Andrés De Sanzo, todos ellos vinculados a la pata de San Pedro de la plataforma.
Según precisaron fuentes judiciales a Clarín, hay un quinto detenido, Facundo Villalba, vinculado a una investigación sobre RainbowEx en la localidad de Junín. Es que la plataforma funcionaba en distintas zonas del país. También hay una causa en Bahía Blanca y otra en Alta Gracia, en Córdoba.
La causa de San Pedro tiene en total unos 57 denunciantes e investiga ‘estafas reiteradas’. Es llevada adelante por las fiscales María del Valle Viviani, de San Pedro y Verónica Marcantonio, de la UFI 1 de San Nicolás, en conjunto con un equipo de Ciberdelitos de la Provincia de Buenos Aires.
Este jueves realizaron en total 22 allanamientos en San Pedro y Bahía Blanca, en los que se identificaron a más de 20 personas, de las cuales 6 resultaron detenidas. También se emitieron pedidos de captura internacional para dos personas de nacionalidad malaya.
Desde fiscalía destacaron que se logró congelar billeteras de criptomonedas y las cuentas bancarias de los imputados, por un total aproximado de 3,5 millones de USDT, una cripto que tiene paridad con el dólar norteamericano. Además, consiguieron por primera vez que la empresa Tether (responsable de emitir los USDT) habilite paralizar esos fondos.
Tambien lograron que se generen billeteras descentralizadas, bajo el control de los Agentes Fiscales intervinientes para el resguardo judicial de los criptoactivos incautados. En los operativos se incautaron pesos, dólares, euros, yuanes, computadoras, teléfonos celulares, tarjetas de memoria, pendrives y armas de fuego.
El de hoy es el segundo operativo que realizan, luego de los primeros secuestros de celulares en octubre de este año, cuando el escándalo tomó estado público.
RainbowEx era una plataforma presuntamente fraudulenta de compraventa de criptomonedas. Allí operaban los damnificados, que recibían órdenes de inversión por parte de un usuario de Telegram conocido como «La China» Alí. Se cree que era todo una gran pantalla, ya que no se pudo comprobar la existencia de las operaciones, que prometían enormes rendimientos en dólares. Según el testimonio de los inversores, en apenas 35 días se podía duplicar el capital invertido.
La misma estuvo operando durante el último año de manera muy fuerte en San Pedro, donde se estima que al menos una 20 mil personas habrían puesto su dinero, de acuerdo a las precisiones del intendente Cecilio Zalazar.
Según los testimonios recogidos de varios inversores, la ciudad vivió un veranito financiero de consumo gracias al dinero que circulaba por las ganancias que brindaba RainbowEx.
Sin embargo, todo se cortó en octubre de este año cuando comenzaron a volverse públicas las denuncias en redes sociales sobre lo fraudulento del esquema. A partir de la presión, los administradores de la plataforma cortaron los retiros hasta finales de octubre. Fue a través de los grupos de Telegram que se usaban para dar avisos, donde se le echó la culpa a los medios de comunicación por querer sabotear el proyecto.
«Recientemente, debido a informes engañosos de medios locales en Argentina, el organismo regulador argentino decidió intervenir en la investigación de Rainbow Exchange. Cooperaremos plenamente con los departamentos pertinentes en la investigación y se espera que el tiempo de investigación sea de 14 días hábiles», decía el mensaje.
Sin embargo, días después lanzaron una campaña nueva ante los inversores, donde pedían 88 dólares para verificar la cuenta y darles prioridad a la hora de habilitar retiros de capital a quienes les quedó plata adentro. Fue un apriete, con el cual muchos entraron. Ni ese capital ni los 88 dólares se restituyeron.
Mientras tanto, los inversores en San Pedro se dividían entre aquellos que querían ir a la justicia y los que protestaban por el colapso del esquema fraudulento que dejaba dinero fácil.
Pardo, uno de los principales voceros del grupo, mantuvo su postura y siguió echando la culpa a los medios de comunicación por haber volteado el esquema que, juraba, no era una estafa y había ayudado a la gente de la zona. Se escudaba en distintas donaciones que hizo a comedores locales gracias al dinero reunido por RainbowEx.
Hasta el miércoles, horas antes de su detención, compartía en sus redes sociales capturas de pantalla ofreciendo una nueva criptomoneda llamada Hexacoin.