Un día de invierno de 2011 Daniel Sammartino dejó la vicepresidencia de Techint y se lanzó a lo que conocemos como emprender, esa actividad que Elon Musk, dueño de Tesla, describió como mascar vidrio todo el día. Los Sammartino eran una dinastía en Techint, pero Daniel encontró una oportunidad que considera sin límites, la clonación de caballos de polo.
A la firma la bautizó Kheiron, en honor a la leyenda mitológica que denominó así al mayor y al más sabio de los centauros. Sammartino define a los clones como dos gemelos que nacen en épocas distintas.
Junto a un grupo de científicos obtuvo por primera vez en la historia embriones equinos editados genéticamente y en 2013 ya estaba el primer clon de una yegua de polo.
Pero ahora logró un nuevo hito: nacieron los primeros caballos de diseño genético del mundo. En base a la técnica de edición genética se le colocan atributos de distintos caballos. La técnica se denomina CRISPR-Cas9. Y este avance científico posiciona a Argentina como líder en biotecnología equina a nivel global.
Estados Unidos se enteró del logro y la embajada se conectó con esta líder global formada íntegramente por científicos, empresarios e inversores argentinos, reconocida a escala mundial en su especialidad que es la de clonar equinos de alta performance.
Para la clonación se utilizaron células madre. En el proceso tomaron una pequeña parte de un gen de una yegua y lo introdujeron en otra. Los criadores Sofia Polo y Alberto Pedro Heguy, eligieron editar la famosa yegua multipremiada Polo Pureza, la mejor del Campeonato Abierto Argentino de Palermo, y que forma parte del “Salón de la Fama” de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos de Polo. Heguy es un célebre polista, veterinario, 17 veces campeón.
“La expectativa es que, en este gran primer paso de innovación, la Polo Pureza adquiera características de sprinter o explosión que no poseía, y a la vez conserve sus demás cualidades”, señaló Heguy.
Para Gabriel Vichera, Director Científico de Kheiron, “Este desarrollo científico se realizó de manera extremadamente rigurosa cumpliendo con estrictos requisitos para que no sea considerado un Organismo Genéticamente Modificado (OGM), y por lo tanto se trate de un ejemplar que podría encontrarse libremente en la naturaleza, y así acaba de ser aprobado. Buscamos cumplir con las reglamentaciones para que el ejemplar no se considere con doping genético. Argentina es líder mundial en la elaboración de normas al respecto”.
Por cierto, desde los inicios de la humanidad, el mejoramiento de las razas animales y el de las especies vegetales fue por cruzamiento. En el siglo XXI, tras identificar secuencias de genes existentes en forma natural en los caballos, se las incorpora mediante una edición genética en el embrión. “No sólo se trata de una copia de un ejemplar sino que es una copia editada y mejorada. Lo que se podría obtener por cruza convencional lo hacemos en una generación”, explicó Sammartino.
Los caballos clonados brillan jugando el Abierto Argentino de Polo, el campeonato más importante del planeta. Además son incorporados en los juegos olímpicos en disciplinas como el Salto y han demostrado su efectividad en otros deportes como Endurance y en las carreras Cuarto de Milla.
Kheiron también fue elegida para otra tarea titánica: lograr clones bovinos que ayuden a mejorar la producción lechera en Africa.
Se trata de desarrollar bovinos editados genéticamente que sean de alta producción lechera y resistan el estrés térmico de Africa.
Otro ejemplo es lo que están haciendo con los órganos de los cerdos que son similares a los humanos. La idea es modificarlos para evitar que el organismo los rechace y se pueden utilizar en trasplantes en una etapa de transición hasta que llegue el órgano humano disponible.