El abogado Guillermo Martín Moncayo Von Hase fue condenado a la pena de 16 años de prisión por haber abusado sexualmente durante diez años de dos de sus hijas. La sentencia fue dada a conocer hoy por el juez Pablo Rolón, integrante del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°5 de San Isidro, magistrado a cargo del debate donde un jurado popular había declarado culpable al padre de las víctimas.
Moncayo Von Hase, de 58 años, fue condenado por abuso sexual con acceso carnal en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante, reiterados y agravados por resultar un grave daño en la salud física o mental de la víctima y por haber sido cometidos por un ascendente.
El fiscal Diego Callegari había pedido una pena de 25 años de cárcel. Las víctimas, representadas por la abogada Manuela Fontela Vázquez, solicitaron que su padre fuera condenado a 40 años de prisión.
Von Hase, que pidió su absolución, apelará la condena ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense, adelantaron a LA NACION fuentes de la defensa.
En el juicio, informaron fuentes judiciales, se concluyó lo que había sostenido el fiscal Marcelo Fuenzalida, a cargo de la instrucción de la causa.
Fuenzalida, en su requerimiento de elevación a juicio, había afirmado que las víctimas, una de ellas con síndrome de Down, sufrieron los abusos entre 2009 y 2019. Los ataques sexuales comenzaron cuando las niñas tenían 4 y 6 años.
En un primer momento, según el expediente judicial, los abusos ocurrieron cuando el victimario y las víctimas vivían en una casa de Boulogne, San Isidro, donde el “imputado incitó a las víctimas a realizarse tocamientos mientras estas se encontraban en el sillón del living y también realizarlos él” en distintas partes de los cuerpos de sus hijas.
Los ataques sexuales se agravaron cuando la familia se mudó a una casa en La Horqueta, también en San Isidro. Moncayo Von Hase “también obligaba a sus hijas a bañarse con él” y las abusaba de distintas maneras.
El imputado abusó sexualmente de una de sus hijas, hecho que se repitió en el domicilio de su abuelo paterno. Estos hechos no fueron aislados, sino que se reiteraron en el tiempo, configurando todo ello un sometimiento sexual gravemente ultrajante para las víctimas, agravado por ser cometido por su progenitor y por provocar un grave daño en la salud mental de [una de las menores], al llevarla a un grado total de perturbación que la hiciera cometer tres intentos de suicidio”, afirmó el fiscal Fuenzalida en el pedido de elevación a juicio.
En la cuenta @justicia.x.mis.hermanas, Julia, hermana de las víctimas, siguió las alternativas del juicio.
“Durante años fueron víctimas de abuso y violación por parte de mi padre, un hecho aún más grave considerando que eran menores de edad y que una de ellas tiene síndrome de Down. Las secuelas que han sufrido son enormes, y las experiencias que tuvieron que soportar son indescriptiblemente terribles. Poco después de la denuncia, mi padre fue encarcelado, donde permaneció durante dos años. Hoy deseo con todo mi corazón que se haga justicia por mis hermanas. Ellas han sido sometidas a un acto atroz y merecen que su sufrimiento sea reconocido y reparado. Han luchado incansablemente para que el abuso y la violación terminen en nuestra generación. Para mí, son las personas más valientes del mundo. Este caso no solo se trata de ellas, sino de todas aquellas personas que no tienen voz para contar sus historias”, escribió Julia poco antes del comienzo del debate.
Después del veredicto de culpabilidad, la hermana de las víctimas sostuvo: “Gracias por ver la verdad. Los 12 jurados unánimemente declararon a mi padre culpable con la máxima carga por mis dos hermanas. Ayer, ellas pudieron dormir en paz. Quería visibilizar el abuso sexual y, especialmente, el abuso infantil”.