Las familias que tengan ingresos por más de $ 790.000 mensuales perderán los subsidios a la energía en el invierno. La cifra corresponde al tope de consumo de un «grupo conviviente» de entre 3 y 4 personas en la región bioambiental «Templada (3)», donde vive el grueso de la población argentina -Ciudad y Gran Buenos Aires, La Plata y Rosario, entre otras localidades-, según los cálculos de los gremios nucleados en la Confederación Argentina de Trabajadores y Empleados de los Hidrocarburos, Energía, Combustibles, Derivados y Afines (CATHEDA).
La entidad buscó valorizar la Canasta Básica Energética (CBE) que usará el Gobierno para definir criterios de demanda razonable de energía eléctrica y gas natural por red, así como los ingresos necesarios y cuestiones patrimoniales o historial reciente de calidad de vida y consumos, antes de determinar quiénes necesitan la ayuda del Estado.
Básicamente, cualquier usuario que destine menos del 10% de sus ingresos no estaría subvencionado, pero puede haber excepciones según el decil poblacional al que corresponda. En el caso en que se gaste más del 10% (o el porcentaje según decil), el Estado pondrá la diferencia.
En las próximas semanas, la Secretaría de Energía terminará de ajustar el nuevo esquema que reemplazará a la segmentación de tarifas, y lo implementará en mayo.
En base a los precios actuales de la electricidad y el gas, los economistas de CATHEDA encontraron que aquellos hogares que están en la región «Cálida (2)» -todo Tucumán y zonas de Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, San Juan, San Luis, Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos- dejarían de tener subsidios cuando pasen de los $ 160.000 en verano (como mínimo).
Mientras tanto, las familias de la región «Muy fría (6)», que abarca a todo Tierra del Fuego y zonas de Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy -en la parte cordillerana-, el tope de ingresos a partir del cual no habrá subsidios es de un máximo de $ 2.876.000 por mes. En el medio hay grandes variaciones, según la región, el mes y la cantidad de convivientes.
Para la región más poblada del país, el Gobierno estimó que el consumo promedio de gas es de 71 m3 mensuales si un hogar tiene entre 3 y 4 integrantes, con un mínimo de 36 m3 y un máximo de 142 m3, mientras que en la electricidad el promedio es de 165 kWh mensuales, con un mínimo de 157 kWh y un tope de 188 kWh. Eso es lo que se considera «razonable», en función de las condiciones climáticas.
Si los ingresos de ese «grupo conviviente» superan los $ 319.720 en diciembre (menos de dos jubilaciones mínimas y el bono, que a valor de hoy suman $ 410.000) no les corresponderían los subsidios, ya que la CBE costaría unos $ 31.972. Ese es el mes donde la Canasta sería más barata; en el otro extremo, en julio sucedería el mes de mayor consumo y donde la CBE sería más cara, por unos $ 78.998. En esa oportunidad, el tope de ingresos para recibir la ayuda estatal sería de $ 789.980.
Vale aclarar que los montos se irán actualizando por la evolución de la inflación y los salarios, así como que estarán condicionados a que los usuarios no hayan comprado dólares o cualquier otra moneda extranjera en los últimos 3 meses; que no hayan realizado viajes al exterior si se tratan de países no limítrofes en los últimos 5 años; que no usen prepagas no vinculadas a sus empleos en relación de dependencia; y que no tengan un auto o moto con menos de 5 años de antigüedad, entre múltiples criterios de exclusión.