Guillermo Francos y Santiago Caputo llevan adelante las gestiones con los jefes del resto de los bloques en la Cámara de Diputados. No obstante, desde el oficialismo aclaran que Javier Milei tendrá la última palabra.
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Javier Milei junto a su hermana Karina y Guillermo Francos, quien reactivó las negociaciones con la oposición. (Foto: Reuters / Remo Casilli)
“Más que una Ley Ómnibus, serán varias combis”, sugerían desde el entorno de Javier Milei en su primera semana en la Casa Rosada. Finalmente, la estrategia fue otra y fracasó. Ahora, el Gobierno relanza su plan para acelerar el paquete de reformas y espera dar pasos cortos, pero firmes.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, reactivaron las negociaciones con la oposición para avanzar en medidas de desregulación económica consideradas clave para la gestión, y que entraron en puntos suspensivos tras la primera gran derrota que sufrió el Gobierno en el Congreso.
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Milei quedó con pocas herramientas y los legisladores todavía deben tratar el mega DNU, que también corre riesgo de caerse. Dos reveses en los primeros tres meses sería un golpe duro para la administración de La Libertad Avanza (LLA). Por tal motivo, dos de los dirigentes de mayor confianza del Presidente intentan tender puentes con los jefes del resto de los bloques y recomponer los vínculos que se deterioraron durante el tratamiento del megaproyecto.
La estrategia es reflotar la Ley “Bases”, aunque en un nuevo formato que consistiría en dividir el proyecto original -consta de 664 artículos- en “varias partes”. Y además, dejar atrás la intransigencia, el ir a todo o nada, que hasta ahora no arrojó buenos resultados para el Gobierno.
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Santiago Caputo junto a Karina Milei. (Foto: X)
El jefe del bloque de diputados nacionales de La Libertad Avanza, Oscar Zago, mencionó días atrás la posibilidad de que se debata la Ley Ómnibus “por temas” en las sesiones ordinarias del Congreso. “Es una herramienta que necesitaba el Gobierno para complementar la estrategia que tiene el Poder Ejecutivo para acompañar el proceso económico, social, educativo, cultural”, sostuvo.
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Días atrás, desde el Gobierno habían dejado trascender que el primer capítulo que podría tratarse en el inicio de sesiones ordinarias es el de privatizaciones. En el proyecto original había más de 40 empresas del Estado propuestas para ser privatizadas. Luego, producto de la discusión legislativa, el número bajó a 21. Ahora volverán a intentar aprobar la privatización del Banco Nación y la de otras compañías que “ya se daban por perdidas”.
El ajuste fiscal, la reforma laboral y modificaciones al Código Civil y Comercial serían los primeros temas a tratar, amén de que Francos y Caputo procuran manejarse con cautela y, por el momento, manejan pocas certezas: saben que Milei, que la semana pasada tildó al Congreso de “nido de ratas” y mantiene una pelea con los gobernadores que no apoyaron la Ley Ómnibus, tendrá la última palabra.